En la Pimpa solamente podemos trabajar de una manera: con el corazón. Amamos nuestro trabajo.
Sabemos que juntando la harina con el agua, eligiendo la mejor salsa de tomate, añadiendo mozzarella “fior di latte” hecha con leche italiana 100% y seleccionando el resto de ingredientes con esmero, el resultado es una pizza que al dejarla encima de la mesa os hace exclamar un gran ¡Oh!.
Y es que de eso vivimos nosotros… De veros disfrutar con nuestra comida, de apreciar vuestra sonrisa cuando os entregamos la caja de la pizza aún caliente, de escuchar vuestros comentarios sobre lo bien que habéis comido y sobretodo vuestros “hay que repetir”. Vuestra satisfacción es nuestro motor y nos da la fuerza necesaria para seguir trabajando con dedicación y cariño.